Cuando dejé que me conocieras no tuve miedo. Ahora sí. Me asusta cuando no sé controlar las cosas, cuando mi cerebro me repite constantemente que me estoy equivocando. Y lo peor es que no sé en qué me estoy equivocando. (...)
Te he vuelto a buscar, he abiertola caja de pandora de nuestros deseos que olvidamos cumplir. Y me he acordado de lo mal que lo dejaste colocado todo, de todas aquellas veces que llamé a tu timbr ey no obtuve respuesta y quizá todo aquello a hecho que ahora seas alguien especial. y me siento furiosa, por seguir a ciegas, por seguir necesitándote.
No hay comentarios:
Publicar un comentario