viernes, 19 de febrero de 2010

Nunca conseguimos ponernos topes. Siempre queríamos más. Te susurré al oído "nuestras ganas van a ganar a nuestras pautas" mientras tu sonrisa se hacía más grande. "Gírate, mírame, no te vayas nunca". Cubrí con mis manos tu cara, pegué mis labios a los tuyos, "nunca". El sol empezó a entrar por la ventana. La ciudad empezó a despertarse mientras tu y yo nos quedábamos dormidos con el deseo entre las manos.

1 comentario:

  1. te acabo de firmar en el texto de quizás
    pero quizás no lo leas asi que te firmaré aqui también para que nos mejore el humor jaja
    puuues nada corazón, que tu futuro marido te visite mucho este blog, (aunque estoy echando de menos comentarios suyos ¬¬)
    luego nos vemos anda petarda!
    espero que por lo menos te haya hecho ilusión el comentario aunque tenga muchas líneas y diga muy poco, al contrario que tus textos, pocas lías y dicen demasiado(estar tarde de echaré la bronca) :)
    (No me despido con un beso ya que un día me dijiste que no te gustaba que las amigas te pusieran eso para acabar) ( para que veas que si te escucho y te valoro :D )

    ResponderEliminar