jueves, 26 de agosto de 2010

Siempre volvemos a hacernos las mismas heridas, a coger la misma ropa del baúl, a dormir con las mismas mantas y pensamos que todo eso nos va a salvar. Nos va a sacar de este error permanente. Pero el amor siempre ha roto todos los microondas y tu te empeñas en que siga siendo la misma y da la casualidad de que ya no lo soy, de que quererte ha dejado de ser hasta dolorosamente morboso. Ya no somos nada. Y nos empeñamos en serlo, tu te has empeñado en hacerlo bien y yo en vendarme los ojos. Pero tenemos los días contados, ya verás.

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