domingo, 31 de enero de 2010

beginning



Deshice las maletas, te busqué en todos los bolsillos de mis pantalones, rebusqué en la bolsa de aseo y abrí todos los champús del hotel por si estabas allí. Hace meses que mi deseo se ha convertido en una espera constante, me he vuelto distinta desde que has dejado de esconder migas de pan a mi alrededor. Y alguna vez, un destello entra por la ventana haciendome creer que ya es de día, pero salgo y el frío me come a bocaos las ganas de seguir. Y aquí estoy, intentando entender por qué le doy tantas oportunidades a una relación que ni siquiera funcionó.

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